09 Jul Cómo conocer el desierto de Perú
Créditos de Fotos:
National Geographic
Lima es una ciudad vibrante, llena de cultura y con espectacular comida, pero si se busca vivir una aventura diferente; a menos de 5 horas se puede descubrir un lugar como salido de un cuento: la Huacachina, un Oasis en medio del desierto.
Este tour puedes tomarlo con la agencia de viajes Destinos & Turismo. Todo inicia muy temprano en la calle Comercio, ubicada en el centro de Lima, a sólo 10 minutos de uno de los hoteles más céntricos de la ciudad: The Westin Lima Hotel & Convention Center. Ya en el punto de encuentro, nos preparamos para abordar el autobús -que en Perú se dice ‘movilidad’- que nos llevará a Paracas, Islas Ballestas, Ica y la Huacachina.
Primera parada: una Isla de pingüinos y lobos marinos
Después de tres horas, una pequeña siesta y un ligero refrigerio, llegamos a Paracas, la Reserva marina más grande del Perú y la segunda de Sudamérica, destinos favorito de fin de semana para los limeños y cuyo nombre significa “lluvia de arena” (aquí los vientos son portadores de arena).
Paracas posee un clima privilegiado y, para alegría de turistas y habitantes, el sol está presente casi todo el año. Como hoy es día feriado, hay grupos de turistas y familias por doquier. Nos reunimos cerca del embarcadero El Chaco y tomamos ahí la lancha –o deslizador– que nos llevará hacia Islas Ballestas.
En el trayecto, visualizamos ‘El Candelabro’ una curiosa figura que asemeja este objeto; en realidad es un geoglifo dibujado sobre la superficie de arena, pero que, a pesar del cambiante clima y el viento, nunca se ha borrado.
Como Paracas cuenta con más hectáreas de agua que de tierra firme, desde el inicio visualizamos algunos peces, aves como Gaviotín peruano, Dormilona colicorta, y un poco más adelante, ¡pingüinos!, no podemos creer que en medio de este desierto habiten estas aves, pero nos explican que, en comparación con otros tipos de pingüinos, los pingüinos de Humboldt disfrutan del clima cálido y habitan estas zonas rocosas, en las orillas del mar.
Después de varias fotos y selfies, seguimos navegando, y momentos después, nos emocionamos al visualizar decenas de lobos marinos. Como es época de gestación, tenemos la increíble oportunidad de ver pequeñas crías que se refugian en sus madres, además de otras hembras que están por dar a luz; incluso, una de las playas de la isla parece ser ‘sólo de niños’ pues hay muchísimos leones marinos bebés chapoteando en la orilla.
TIPS
- Empaca bloqueador.
- Lleva gorra o sombrero y lentes de sol.
- Si se desea nadar, no olvidar toalla y traje de baño.
- Las mejores playas para snorkel en Paracas son La Mendieta o La Mina
Pisco: orgullo nacional de Perú
Luego de volver al autobús, nuestro tour continúa hacia Ica, uno de los lugares donde se produce el emblemático pisco y en donde visitaremos la Bodega el Catador, lugar que ha mantenido su historia y tradición familiar desde hace 160 años, y donde anualmente -en marzo- se produce la icónica bebida de Perú: el pisco.
El nombre ‘pisco’ deriva del puerto y valle llamado Pisco, situado al sur del Perú, donde se embarcó el aguardiente para enviarlo a España por primera vez, en el siglo XVI. Evoca también a la gran diversidad de aves del sur: parihuanas, el huerequeque, el zarcillo y el cóndor, porque la palabra ‘pisco’ proviene del término quechua ‘Pisscu’ -que significa ave-.
Aunque no estamos en tiempo de producción, el guía nos explica cómo se elabora la bebida de manera artesanal, proceso que recuerda un poco al mezcal de Oaxaca; aunque el pisco se obtiene del destilado de mostos frescos de uvas y el segundo del destilado de mostos de agave.
Por su sabor, existen diferentes tipos de pisco; entre ellos: pisco puro (hecho de un solo tipo de uva), pisco aromático (producido de la destilación de uvas aromáticas), pisco Mosto Verde (destilación de mostos que no han terminado su proceso de fermentación) y pisco acholado (mezcla de diferentes variedades de uva o de piscos).
Después de catar y probar diferentes variedades, elegimos llevar a casa un Pisco Torontel (un tipo de uva) que ha sido nuestro favorito gracias a sus notas de flores blancas, jazmín, piña y toronja, además de un excelente ingrediente para el ‘Chilcano de Pisco’ (cocktail con Ginger Ale, limón, jarabe de Goma y pisco).
Paraíso en el Desierto
Después de deleitarnos con la bebida nacional de Perú, nos preparamos para la última parte del tour, trayecto que nos llevará hasta la Huacachina, lugar que hemos visto en tantas fotos pero que será realmente emocionante conocer en vivo.
Cuando llegamos al desierto; dispuestos a iniciar la aventura y experimentar verdadera adrenalina, abordamos los ‘tubulares’, pequeños vehículos -parecidos a los Go Karts-, que recorren la arena a altas velocidades.
Durante el recorrido disfrutamos del hermoso paisaje; todo es cielo, nubes y arena; sin nada ni nadie alrededor. Un paisaje desértico perfecto.
Al llegar a unas dunas, nos bajamos preparados para ‘surfear’ la arena. A cada uno nos dan una tabla de sandboard y nos explican que hay que colocarse boca abajo, con las piernas separadas y sostenerse de las cuerdas de la tabla. Así te preparas para la bajada: tres, dos, uno, ¡ahora!
Después de varios descensos a toda velocidad, y de terminar con una gran sonrisa -y arena incrustada por todo el cuerpo-, el vehículo nos recoge para llevarnos de regreso a la laguna, donde nos refrescaremos.
De cerca, este Oasis recuerda un poco Chapultepec; se pueden rentar lanchitas para pasear, hay gente caminando por la orilla y otros cuantos haciendo picnic en el pasto. Nosotros compramos un helado y caminamos por toda la laguna, disfrutando esos últimos momentos de calma antes de emprender el camino de vuelta a Lima.
En definitiva, este ha sido un día para guardarse en la memoria.
¿Cómo reservar este tour?
A través de la agencia Destinos & Turismo
El tour incluye transporte privado y asistencia durante todo el recorrido, guía en español, refrigerio y degustación de vinos y piscos. A parte deben pagarse 50 soles (280 pesos) para ingresar a las Islas Ballestas (el paseo en lancha es opcional) y 38 soles (210 pesos) por realizar las actividades en los Tubulares y Sandboarding.