Un verdadero safari americano

Llevaba mucho tiempo queriendo ir a un safari, entusiasmada con las fotos de experiencias que se pueden vivir en Tanzania o Sudáfrica, viendo los videos de las manadas que se reúnen en el cráter de Ngorongoro y soñando con ver imponentes animales caminando cerca de mí. Nunca pensé que viviría algo así en Estados Unidos, pero sucedió, en Vermejo, Nuevo México.

Todo empezó en Alburquerque, donde después de pasar una mañana admirando el arte del Museo de Albuquerque, entre piezas de Georgia O’Keefe y exhibiciones interactivas ya había sido feliz, pero sonreí todavía más cuando encontré en el jardín una liebre. Para mucha gente ver una liebre en libertad es algo natural, pero no lo es cuando vives en una de las ciudades más grandes del mundo; entre calles de asfalto, banquetas de concreto y pocas áreas verdes.

Tras esta experiencia, manejamos alrededor de una hora hacia Santa Fe, otra de las joyas de Nuevo México, aunque nosotros continuamos por Las Vegas (NM), Maxwell, y nos desviamos antes de Ratón, por la carretera NM-555. La señal del celular empezaba a ser cada vez más débil al acercarnos a Little Costilla Peak, lo que precisa concentrarse en los paisajes, entrar en una frecuencia diferente en la que se empiezan a escuchar las aves, el sonido del viento y el silencio que reina en las montañas.

Después de casi una hora empezamos a notar un panorama diferente; otros tonos de verde en los árboles, amplias praderas, y al fondo, una hermosa casa de techos rojos, la reserva Vermejo.

Ubicado en los condados de Colfax y Taos en el norte de Nuevo México, el lugar se extiende hacia el norte hasta los condados de Las Animas y Costilla en Colorado. La propiedad fue concebida por Ted Turner, el magnate de las telecomunicaciones que ha pasado gran parte de su vida como conservacionista de la naturaleza y quien, con dos millones de acres escriturados, es el segundo propietario privado más grande de Estados Unidos. Tras comprar esta reserva, trajo a biólogos y expertos para estudiar el ecosistema y poder rehabilitarlo, pues anteriormente un exceso de alces y de ganado provocó erosión en el suelo y que se destruyera el río.

Empezamos por explorar la ‘Casa Grande’ donde se encuentra la recepción, una tienda con ropa de marcas que comparten su filosofía de sustentabilidad (como Patagonia), un bar, el área donde se sirve el desayuno todos los días, y sobre todo, una hermosa vista que nos da una probada de las posibilidades de Vermejo.

Después de una deliciosa cena con platillos como codorniz o trucha cubierta de nueces, es tiempo de descansar. Casa Grande dispone de siete cuartos, que fueran las habitaciones privadas de Ted Turner. Me sorprende no solo el tamaño de mi cuarto, pues hay una gran sala de estar y un baño con una tina hermosa, sino también, la decoración, una combinación de acentos del sureste y elegancia clásica del siglo 20, con una sensación cálida y acogedora, como si se visitara una casa familiar; exactamente lo que fue.

Esto es uno de los enfoques, pues Vermejo busca complacer viajes multigeneracionales, ya que no solo cuenta con habitaciones y suites, sino también cabañas de varios cuartos, mansiones y próximamente cabañas al pie del lago Bernal.

A la mañana siguiente, después de un delicioso desayuno que incluye varias opciones como huevo, pan, frutas, carnes frías y quesos, y donde nos observa un ciervo que pasea por el jardín, nos disponemos a hacer un recorrido de la propiedad con Jade McBride, quien luego de ser gerente de hospitalidad y director general de Vermejo, fue nombrado Presidente de Ted Turner Reserves.

“Vermejo ha tenido varias operaciones de huéspedes durante más de 100 años, pero Ted Turner Reserves se creó en abril de 2019 con la misión de conectar a las personas con la naturaleza. Las Reservas nacieron de la idea de que, si compartimos estos paisajes restaurados y reconstruidos con la gente, tenemos la oportunidad de inspirar cambios al compartir historias positivas de conservación, mostrando que el daño al medio ambiente y el peligro de extinción de especies pueden ser invertido”, nos comparte Jade.

La propiedad abarca múltiples ecosistemas, desde las praderas de pasto corto del este de Nuevo México, hasta la tundra alpina de las montañas de la Sierra de la Sangre de Cristo.

Entre truchas y castores

Nos subimos a dos camionetas y empezamos a adentrarnos en el lugar que parecería un Parque Nacional, aunque solo veremos una parte pues tiene más de 550 mil acres. Después de algunos minutos, lo primero que notamos son las ‘casas’ de los castores (en inglés se dice lodge). Para construir su hogar, este mamífero primero debe seleccionar cuidadosamente una ubicación; generalmente, elige un lugar cercano a su fuente de alimento. “Los castores fueron una de las primeras indicaciones de que teníamos un ecosistema sano”, nos explica Jade, quien rememora que cuando empezó el proyecto, no había ninguno.

Notamos que sobre nosotros sobrevuelan distintas aves, logramos ver a un águila real, que podemos visualizar mejor con unos binoculares. Nadie de nosotros había visto un águila fuera de un zoológico, aunque los locales suelen ver también águilas calvas, aves rapaces y búhos.

Más adelante notamos algunos peces en el río, pero no se trata de una especie común, sino de la Trucha degollada del Río Grande (Rio Grande cutthroat trout), el pez emblema del estado de Nuevo México y que gracias a la intercesión de Vermejo y otros aliados se han logrado restaurar las poblaciones, ya que la especie se había reducido en un 90% debido a la competencia y la introgresión de peces no nativos, así como a la degradación y explotación del hábitat.

“En un proyecto de 15 años con múltiples socios, se eliminaron peces no nativos de la cuenca de Costilla en Vermejo, devolviendo los arroyos y lagos únicamente a truchas nativas. El trabajo adicional en arroyos en la vecina Unidad Valle Vidal del Bosque Nacional Carson aumentó el hábitat de la RGCT a más de 190 km de arroyo de montaña”, cuenta Jade sobre el proyecto fondeado por el Turner Endangered Species Fund (TESF), enfocado en especies protegidas bajo las leyes federales y estatales de especies en peligro de extinción.

Estos esfuerzos han rendido frutos no solo garantizando la persistencia de estas especies y de sus hábitats, sino porque el pasado agosto recibieron el prestigioso President’s Fishery Conservation Award (Premio Presidencial a la Conservación de la Pesca) en la Reunión Anual de la Sociedad Estadounidense de Pesca (AFS, la sociedad científica pesquera más grande y antigua del mundo). Este reconocimiento se otorga por logros singulares o contribuciones a largo plazo que promueven la conservación de los recursos acuáticos a nivel regional o local.

En total, se planea restaurar casi 200 kilómetros de hábitats de arroyos y lagos para las especies nativas, lo que aumentará la distribución de la trucha en un 16%. Nos cuentan además que las poblaciones persistentes de especies nativas son indicativas de un paisaje saludable y un alto grado de integridad del ecosistema.

Aprendiendo del bisonte americano

Aunque sabíamos que podíamos ver bisontes, la verdadera sorpresa llega cuando encontramos a una enorme manada en una explanada. Adultos, jóvenes y hasta bebés pastan con tranquilidad mientras nosotros los admiramos desde el auto.

Al ver estos animales es difícil creer que el majestuoso bisonte americano, símbolo de orgullo de Estados Unidos (y reconocido como mamífero nacional de EE.UU. en 2016), estuviera al borde de la extinción a finales del siglo XIX. Jade nos cuenta que fueron cazados por sus pieles y expulsados de su hábitat durante la expansión hacia el Oeste, lo que finalmente redujo el número de especies a solo 300 en el país, frente a los 60 millones estimados antes del siglo XIX. Gracias al establecimiento de la Sociedad Americana del Bisonte a principios del siglo XX, y a los esfuerzos de organizaciones conservacionistas y ciudadanos privados, las poblaciones de bisontes han llegado a 500 mil en la actualidad. Turner cuenta con más de 50 mil en sus diferentes ranchos.

“Los bisontes han ocupado durante mucho tiempo el corazón de Ted Turner, quien ha participado activamente en la restauración de la especie. La manada de Castle Rock en Vermejo es una de las manadas de bisontes genéticamente más puras del mundo. Originaria del Parque Nacional de Yellowstone, ha vivido en Vermejo desde la década de 1920, donde todavía se maneja como manada de conservación para preservar su genética única. Los bisontes de Castle Rock son uno de los pocos rebaños sin genes de ganado bovino en su ADN mitocondrial. Durante la mayor parte del año, se les permite migrar libremente a través del paisaje de Vermejo y son pastoreados cuando es necesario con un manejo del ganado sin estrés. Los bisontes son naturalmente sostenibles en su entorno nativo; con sus afilados cascos labran el suelo, se mueven nómadamente por el paisaje en lugar de pastorear la vegetación de un área hasta el suelo (lo que permite que la vegetación del suelo proteja la tierra), y ayudan en la alocoría, ya que sus pelajes capturan y dispersan semillas cuando migran”, explica Jade.

En Vermejo se mantiene un manejo de la población de bisontes, alces, venados, berrendos y otros herbívoros equilibrados con la producción de vegetación para evitar el pastoreo excesivo y la degradación del hábitat. La manada se dedica a pastar y continuamente está expuesta a los humanos a pie, a caballo y en vehículos todo terreno, lo que los ha vuelto dóciles y manejables.

Algunos bisontes son empleados para consumo humano, y aunque de primera impresión esto me provoca una sensación de tristeza, me explican que se sacrifican de manera humana y que su carne es bien aprovechada y puede alimentar a familias durante meses; además, la carne de bisonte tiene más proteína, y menos colesterol, calorías, y grasa que la de res.

Y si bien la cacería siempre ha sido parte de Vermejo, la experiencia de los huéspedes ha sido el cambio más grande en los últimos 5 años.

“La propiedad pasó de ser una experiencia de caza de temporada a un destino de lujo de alto nivel y, si bien el esfuerzo para lograr este estatus ha sido grande, el éxito es evidente en los premios que hemos recibido”, apunta Jade sobre haber sido nombrados el hotel resort número uno en el oeste de los Estados Unidos por los lectores de Travel + Leisure y el segundo mejor resort en el oeste montañoso de los Estados Unidos por los lectores de Conde Nast.

Uno de sus mayores desafíos sigue siendo el ayudar a que sus potenciales huéspedes comprendan la verdadera misión detrás de sus reservas.

“Como no hay nada parecido, a menudo nos comparan con ranchos para huéspedes, complejos turísticos o safaris; sin embargo, si bien hay elementos de cada uno de ellos en Vermejo, al agruparlos se pierde la historia más importante: que Vermejo es el mejor ejemplo de conservación de grandes paisajes en América del Norte; una estadía aquí significa mucho más que una experiencia de vacaciones de clase mundial”, enfatiza Jade.

Sus palabras me resuenan aún más cuando instantes después encontramos a unos metros a un grupo de osos, estos son negros, aunque el nombre de ‘oso negro’ no es tan preciso, pues en Nuevo México pueden encontrarse osos cafés, rojizos, rubios y ‘canela’, el tono más común. Estos animales son trepadores muy hábiles, esto a pesar de que pueden llegar a pesar hasta 180 kilos, aunque el promedio es de 110 kilos, mientras que las hembras son más ligeras.

Elevando la experiencia

Como las reservas Turner son realmente grandes, con frecuencia más que varios de los Parques Nacionales de Estados Unidos -y con un número de visitas menor-, es posible disfrutar de lo que muchos comparan con una ‘experiencia privada’ en un Parque Nacional, además de conectar profundamente con la naturaleza. Al igual que en Yellowstone, aquí se pueden ver bisontes, osos, alces y otras especies en su hábitat natural, pero mientras se pasea en un vehículo guiado en solitario y no en medio de cientos de autos repletos de turistas.

“Una de las experiencias más mágicas que puedes vivir aquí es ser la única persona o grupo que ve una manada de bisontes pastando pacíficamente en un valle lejano mientras ese mismo día pescas, haces hiking o disfrutas de un picnic privado. Es experimentar el paisaje como hubiera sido hace 200 años”, remarca Jade.

Es así como el proyecto de las Ted Turner Reserves busca restaurar, compartir y salvaguardar los lugares salvajes de Estados Unidos para las generaciones futuras, al mismo tiempo que brindan una experiencia inspiradora para los huéspedes mostrando los tesoros naturales de nuestro planeta. Sin duda una misión que han logrado cumplir con nosotros; no solo por los días memorables que pasamos, sino por lo que aprendimos y que ahora queremos transmitir a otros.

Otras posibilidades

Para quienes disfrutan de actividades tranquilas, Vermejo ofrece casi 20 km con senderos para hacer hike y bicicleta de montaña, lagos y ríos para pescar, un campo de golf con 18 hoyos, Spa y más. También hay paseos a caballo, arquería, clases de cocina y de fotografía.

Otra de las oportunidades será la inauguración de Bernal Lake Cabin en abril de 2024, una experiencia de lujo completamente aislada frente al lago. Este alojamiento ofrece dos master suites rústicamente elegantes, cocinas interiores y exteriores con comidas preparadas por un chef privado y amplias oportunidades para sumergirse en la belleza natural que rodea la cabaña.

 

https://tedturnerreserves.com/vermejo/

 

Mariana Mijares
Mariana Mijares
mariana@necesitasviajar.com

Itinerario

Alan x el mundo

9:00 - 10:00

Lorem fistrum por la gloria de mi

Zardain

9:00 - 10:00

Lorem fistrum por la gloria de mi

Marck Gutt

9:00 - 10:00

Lorem fistrum por la gloria de mi

Maritza Mantilla

9:00 - 10:00

Lorem fistrum por la gloria de mi

Felipe Castañeda

9:00 - 10:00

Lorem fistrum por la gloria de mi

Mariana Mijares

9:00 - 10:00

Lorem fistrum por la gloria de mi